Sin querer la vi llegar, su vibrante luz encarnada en ilusión, es la epecie que nos une, un salto mortal para que la vida continúe, en muchas sumas de placer. Y que dure lo que dure lo real, que dure lo que dure la ficción. ¿Es que acaso te sorprende, que sea así por siempre? Hoy la tarde está increíble, y quiero embellecerte más aún.