Solo una hora más en silencio, el tiempo para firmar mi nombre en tu cuello, dejarte una marca, un tatuaje eterno, antes que todos vuelvan a hablar de dinero. Porque cuando se acabe la fiesta la tribu estará sedienta, será el momento del baile de los languis. Hay sólo una hora para algo prohibido, un tiempo de blandos, un tiempo de rígidos, quisiera encontrar el golpe preciso, el lugar en tu piel para hincar mis colmillos. Cuando se acabe la fiesta, la tribu estará sedienta, será el momento del baile de los languis, lánguidos.