En un instante el mito estalló, detrás de mi, detrás de vos. Sombras implacables, detectives que persiguen, persisten. No tienen pruebas ni identikits, no es posible la reconstrucción, volé en pedazos todo vestigio comprometedor. Vámonos, salgamos de la habitación, escondamoslo en algún lugar seguro así esta bien, ni la CIA ni la KGB, ni el FBI, no esta vez, no podrán encontrar el cuerpo del delito, el cuerpo del delito, el cuerpo del delito, el cuerpo del delito. Cada uno es su propio delator, su propio infierno individual. Yo tengo a mano mi interruptor, detonador artificial. Vámonos, salgamos de esta habitación, escondamoslo en algún lugar seguro así esta bien, ni la CIA ni la KGB, ni el FBI, no esta vez, no podrán encontrar el cuerpo del delito.