Me verás volar por la ciudad de la furia, donde nadie sabe de mi y yo soy parte de todos. Nada cambiará con un aviso de curvas, en sus caras tengo el temor, ya no hay fábulas en la ciudad de la furia. Me verás caer como un ave de presa, me verás caer sobre terrazas desiertas, te desnudaré por las calles azules, me refugiaré antes que todos despierten. Me dejarás dormir al amanecer, entre tus piernas, entre tus pirenas. Sabrás ocultarme bien y desaparecer, entre la niebla, entre la niebla. Un hombre alado extraña la tierra. Me verás volar por la ciudad de la furia, donde nadie sabe de mi y yo soy parte de todos. Con la luz del sol se derriten mis alas, solo encuentro en la obscuridad, lo que me une con la ciudad de la furia. Me verás caer como una flecha salvaje, me verás caer entre vuelos fugaces, Buenos Aires se ve tan susceptible, ese destino de furia es lo que sus caras persisten. Me dejarás dormir al amanecer, entre tus piernas, entre tus piernas. Sabrás ocultarte bien y desaparecer, entre la niebla, entre la niebla.
Un hombre alado extraña la noche